A ti, Mujer.

Te veo, te observo. Te escucho y vuelvo a observarte. Te lo planteas una y otra vez, me lo explicas dos y tres. Y aun así sin conclusiones ni decisiones, te vas a la cama con un nudo de preocupaciones… Te sientes mal...

Puedo sentirte respirar profundo. Te veo quizás tranquila... ¿Con que soñarás?

Me pregunto si encontraras en tus sueños, esa paz que tanto anhelas a diario. Seguido te miro atentamente otra vez, no me canso de observarte, quiero adivinar tus pasos, quiero pensar tus pensamientos…

Divagas entre mundos sin colores, en busca de sabores, amores… ¿Qué es eso para ti? Hace mucho que has dejado de amar. O quizás sigues amando demasiado…Ya te da igual.

Hace mucho que esperas príncipes de cuentos, bajados de los sueños. Esperas amores ideales. Esperas algo grande. Luchas por ello sin luchar, sigues en ello sin seguir… ¿Amas sin amar?

¿A qué juegas? Buscas amor, pero a la misma vez le huyes a besos, a gestos, a las muestras de afecto. Aclamas caricias, pero detestas que te las den… Exiges dulzura, exiges pasión... Exiges besos de novela, pero das la vuelta y te echas a correr. ¿Será justo?

Sigo observándote detalladamente. Puedo ver esa mueca de incomprensión que llevas puesta. Puedo sentir en tu mirada, todo el dolor que guardas, puedo sentir ese dolor golpeándome poco a poco. Matándote a efecto lento, cual veneno…

Sin poder hacer nada te explico a gritos (gritos que ni yo puedo escuchar) lo que es vivir sin amar. Pero sigues absorta en tu cúpula de cristal. Desearía romperla a golpes, pero creo que te mataría el aire fisco si llegas a respirar.

¿Sientes eso? Es el muro de incomprensión que has puesto entre nos. Desearía que soltaras las cadenas que te atan a un mundo imaginario, lleno de penas, lleno de engaños, pero es tan difícil... Se me hace difícil llegar a ti. ¿Cómo puedo mirarte a los ojos, si es tu máscara lo que observo? ¿Cómo puedo hablarte de frente, si es tu espalda a la que siento?

Me siento tonta. Cual idiota intentando llegar a ti.

Te observo una vez más, lloras en silencio, por razones tontas seguramente. Quizás si tiene importancia y yo no la aprecio… Ya no se…

No sé ya que hacer…

Te levantas con ojeras en el alma. Con el corazón delgado. Llena de frio.

Me hablas con voz cansada y obstinada… Me cuentas un cuento, me relatas un sueño y puedo observar una vez más ese dolor que llevas dentro…

Te tomo de la mano, me das un abrazo. Y nos perdemos en el silencio...

(Esto va dedicado a ti amiga mia, que a pesar de todo lo malo. Siempre quedan los recuerdos de lo bueno, los momentos guardados en el corazon, junto con la esperanza de volver a vivirlos. )