BLOGGER TEMPLATES AND TWITTER BACKGROUNDS »

martes, 12 de enero de 2010

Tiempo

La vida sigue. Aunque nos detengamos por instantes a mirar el paisaje, a revisar el equipaje, a beber un poco de agua y relajarnos, o a asegurarnos de que vamos por el camino correcto, la vida sigue su curso. Y no espera por nosotros.

No es algo difícil de entender, pero sí de aceptar.

Meses increíbles que hoy llegan a su fin… continentes de un aprendizaje inmenso, de sueños cumplidos, de aventuras insondables, de experiencias que compartir. De momentos buenos y otros no tanto, de fotografías espléndidas al calor del sol, de amaneceres tan hermosos que hacen llorar, de canciones que se sienten como si sonaran dentro del corazón, un tiempo sin desperdicio, con segundos enteros llenos de vida, como nunca hubo otros antes que estos.

Estoy tranquilo. Afuera aún queda un poco de estruendo dando vueltas alrededor de mi, pero acá adentro hay paz… una paz insólita, como ninguna pude encontrar. No hay de qué lamentarse, no siento haber hecho algo incorrecto. Por el contrario, me siento libre dentro de mis propias acciones, y estoy seguro de mí mismo. Ha habido cambios, unos más impactantes que otros, pero la esencia sigue siendo la misma. Y es que cuando hay esencia, hay vida. Y eso no cambia.

He vuelto a casa. Ha sido un largo camino, ha habido noches enteras sin dormir, senderos interminables por andar pero he vuelto, he llegado al lugar donde puedo sentirme seguro. He debido soltar algunas manos a las que me aferraba en el proceso, pero he aprendido que cada quien sigue su propio rumbo, la tierra no gira más rápido sólo porque así lo desee y a veces, sólo a veces, el amor no es suficiente. He tenido que escapar de mí mismo, correr cuando no he querido hacerlo, caminar cuando lo que más deseaba era detenerme, pero así es esto, así es el juego, porque la vida no es más que eso: un juego donde se gana, se pierde, pero siempre se aprende.

Quisiera poder mirar atrás. No hay nada que quiera más en este momento, incluso estas palabras son un tímido intento de ello. Pero no debo. El camino está siempre al frente, y darse la vuelta ya es ir en la dirección incorrecta. Todo cuanto hace falta siempre estuvo delante de mi, y es justo ahora cuando vengo a comprenderlo. No hay momentos perfectos, pero sí tiempos justos. Adecuados, cabría decir.

Y hoy es tiempo de perdonar y olvidar, de agradecer y recordar… de respirar y continuar.

|Ed|

0 comentarios: