Los sentidos de mí conciencia, siempre mezclados con mi inocencia, me hacen padecer del más dulce y agrio pensamiento.
No pido entendimiento, sólo pido atención a mi tierna agonía en mi acogedor territorio. Mi alma inmune a todo pensamiento, mis labios sedientos de pasión, mi corazón palpitante sin sonido que exige atención.
Mi amor transcurre, se hace fuerte, se desvanece y vuelve a florecer, mis lágrimas se añejan para que al momento de su partida puedan ser más intensas. Mis palabras se hacen fuertes y mi melancolía se fortalece.
Mi amor me entiende y su vida me quiere. Como caja de música atada a un abrir y cerrar para expresarme siempre distante, siempre alarmante.
Sintiendo lo que no se siente, deseando lo que no existe, rotando sin fin…
Por:
Rebeca Soto - Rosa
Hace 9 años
1 comentarios:
excelente escrito chik bohemica!!!
:)
me gusta me gusta me gusta, dale q tienes talento y siga escribiendo,
rotando sin fin(y)
Basslomaniac
Publicar un comentario